Los ataques ocurrieron el sábado y lunes contra el inmueble ubicado en Madre Cabrini al 1600. Los proyectiles impactaron contra el portón y un automóvil que estaba estacionado en el garage.
Una familia decidió abandonar su casa tras ser baleada en dos oportunidades. El primero de los ataques contra el inmueble, situado en Madre Cabrini al 1600, se registró el sábado, mientras que el segundo el lunes. Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas fatales ni heridos, sí daños materiales sobre el portón y un automóvil que estaba en el interior del garage.
Una de las vecinas contó a De 12 a 14, que tras los ataques el vecindario se encuentra conmocionado por lo ocurrido. “Sabemos que balearon a la noche, la chica llamó a su papá y se fue con los chicos. No aparecieron más, después nos enteramos que le habían baleado también la distribuidora. Pensamos que había terminado, pero anoche volvieron y fue terrible”, expresó la mujer.
Asimismo, añadió que tras el segundo ataque se pusieron en contacto con el matrimonio, y la mujer les manifestó que se quedaran tranquilos que no “es con ustedes”. “Pero nosotros tenemos miedo, anoche estábamos adentro y empezaron a escucharse explosiones, yo no sé qué armas tienen pero deben ser muy grandes”, expresó la señora aún conmocionada por lo vivido.
En tanto, un hombre relató que el modus operandi de los ataques son similares, pasan en una moto balean la casa y se van dándose a la fuga. “La verdad es que tenemos miedo, no queremos dar la cara por temor a represalias”, reconoció el vecino. Al mismo tiempo, reveló que este martes personal policial les consultó sí tenían datos de la familia. Aseguran que la familia reside allí hace más de diez años, pero no tienen mayores datos que esos ya que no tienen una relación de amistad. “Sabemos que son buena gente, laburantes, los chiquitos van a la escuela y ellos trabajan. Se fueron y nos quedamos con ese miedo nosotros”, concluyeron.