Según datos del Plan Nacional de Manejo del Fuego, el año pasado los incendios afectaron a unas 500 mil hectáreas a lo largo del Delta del Paraná. Si el curso de agua sigue descendiendo, podría alcanzar el pico de 2020 que afectó a todo el ecosistema.
Organizaciones ambientalistas expresaron su preocupación por la detección de nuevos incendios en las islas del Paraná, cuya bajante suma a un combo que afecta seriamente a la fauna y la flora de la zona de humedales. Los nuevos focos de incendio fueron detectados al norte del puente Rosario-Victoria, frente a algunos arroyos transitados por navegantes, como el Barrancoso, Los Toldos, el Riacho Paranacito y la laguna Recalde.
Según datos del Plan Nacional de Manejo del Fuego, el año pasado los incendios afectaron a unas 500 mil hectáreas a lo largo del Delta del Paraná, que ahora registra una bajante que preocupa. “De seguir cayendo en picada su caudal, pronto se repetirá el pico (de baja) del año pasado. Lo que se prevé es que en los próximos días la bajante del río será igual de pronunciada que el año pasado, cuando cientos de pequeñas lagunas del humedal se quedaron sin agua, las plantas acuáticas se secaron y la fauna típica que vive en estos ambientes desapareció”, advirtieron desde la organización El Paraná no se toca.
De acuerdo con relevamientos de la Plataforma Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, los incendios del año pasado tuvieron un “impacto relevante” en la zona de islas. “Los suelos quemados están más compactados y se perdió más del 60% del fósforo”, indicaron desde la Plataforma Ambiental. También advirtieron que la “disminución del carbono almacenado en el suelo” significó “una pérdida media del dióxido de carbono equivalente a 16 toneladas por hectárea”.