Casi medio millar de personas se sumaron este martes a la noche a la “marcha por la paz” convocada por la Pastoral de Drogadependencia del Arzobispado rosarino.
La movilización arrancó en la plaza López y terminó en el Monumento a la Bandera. Muchos de los manifestantes portaron velas o encendieron las linternas de sus celulares, en medio de expresiones de preocupación y reclamo por la falta de seguridad en la ciudad.
“Somos testigos de la violencia, del narcotráfico y del consumo que mata”, sostuvo el arzobispo Eduardo Martín. “Ese consumo está sustentado sobre la sangre derramada; queremos hacer visible el problema y tomar conciencia”, indicó el prelado al participar de la manifestación.
En tanto, el sacerdote referente de la Pastoral de Drogadependencia, Fabián Belay, remarcó que “el objetivo de la movilización fue cuestionar e interpelar a los autoridades políticas pero, por sobre todas las cosas, ayudar”.
“Este tema exige que la política supere la grieta y se siente a dialogar, a generar programas para que esto se supere. Yo eso no lo veo. Hoy se necesita madurez, un sistema educativo“, se había dicho en la convocatoria a la jornada.